Cantó sigue cantando

 

Parece que ya no tiene partido que lo acoja, y eso que lo ha intentado con unos cuantos, aunque no sé si es que elegía a aquellos a punto de la defunción o era él el que aceleraba la senda funesta de la organización en la que se insertaba. Ye lo que hay.

El caso es que este inefable actor valenciano ha vuelto a su tierra tras el cierre ¿llegó a abrir? del Instituto del español que la presidenta madrileña le había montado para compensar su última, publicitada y fallida espantada desde Ciudadanos a la lista regional del PP; fallida porque ni siquiera estaba empadronado en la capital y, pese a intentarlo, la Junta electoral no tragó. Una pena.

El nuevo proyecto profesional con el que anunció su despedida de la ciudad de los Austrias, parece ser, consiste en un espacio televisivo en una televisión regional valenciana en el que desarrolla monólogos de carácter político y social ¿sabrá este hombre que el monólogo es la pieza genuina desde hace siglos del teatro costumbrista asturiano? En castellano y en bable. Posiblemente no, por eso, probablemente, se ha despachado diciendo tonterías que, no siendo ya político, debió pensar que eran graciosas.

Cantó, haciendo la gracia, dice que en Asturias se están inventado el bable, es decir, la misma matraca que los indocumentados vienen usando desde siempre. En qué hablarían nuestros ancestros ¿pasarían del latín al castellano, sin más? ¿Habrá oído hablar del Fuero de Avilés esta individuo? ¿Y dónde están esos millones de euros que según él se están invirtiendo en el bable? Es tan penosa su intervención, precisamente en una región que está permitiendo que Cataluña le robe la cartera lingüística, que hasta da pereza escribir estas líneas.

El remate de su insufrible actuación monologuista vino a cuenta de la vestimenta del presidente regional, señor Barbón, cuyas políticas regionales, en mi opinión y con independencia del resultado de las próximas elecciones, no creo que se recuerden cuando en el próximo siglo hayan acabado las obras de la Variante, pero montar una actuación cómica sobre la vestimenta de alguien que representa a una región ajena a la propia me parece una mamarrachada barata.

El bable, la Llingua, es una lengua española, minoritaria y minorizada, es decir, que es la menos hablada en su zona de influencia, y, además, sufre la presión de la mayoritaria, que en este caso es el castellano. Es una lengua, antigua y hermosa, que tendrá el futuro que los asturianos, mayoritariamente, queramos darle, hoy por medio de las herramientas que la Ley de Uso nos permita, y en el futuro, quién sabe.

No dé el cante señor Cantó.

Raúl Suevos

A 25 de enero de 2023

Traducción en bable en abellugunelcamin.blogspot.com

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