El espejo venezolano
En mi juventud asturiana, hace algunos telediarios, era
frecuente saber de la desaparición de algún conocido que había tomado el camino
de aquel paraíso de promesas que representaba Venezuela. Los motivos eran
variados, un embarazo sobrevenido, una cita judicial por asuntos relacionados
con la equitación, o simplemente la esperanza de labrarse un futuro más brillante del que España pudiera brindarle.
Venezuela prometía un mundo de colores comparada con los grises de nuestra
tierra en aquel entonces.
Después las cosas empezaron a torcerse en la tierra que viera
cabalgar al ovetense José Tomás Boves, y su sistema político, tan ejemplar
durante un tiempo, entró en barrena en la época de CAP, Carlos Andrés Pérez, lo
que dio pie para que el teniente coronel Chávez intentase el golpe militar, y
más tarde, tras una estúpida amnistía ¿les suena? ganase limpiamente las
elecciones, por primera y última vez. Lo que vino después es bastante conocido
para la mayoría, y sus últimas consecuencias las viven estos días los
venezolanos de allí, y los siete millones y pico de refugiados que están fuera
del país. Ye lo que hay.
Ahora Venezuela se encuentra de nuevo en la encrucijada, tras
unas elecciones presidenciales de nuevo sometidas al pucherazo chavista, aunque
esta vez, con una oposición ya alertada, el mundo en general ha tenido acceso a
unas actas celosamente ocultadas por Maduro, pero extraídas de las mesas por los
apoderados de Corina Machado y que muestran la dimensión del robo que intentan
los chavistas.
Digo intentan porque esta vez, ante la descomunal evidencia
sólo la patulea habitual, es decir, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Rusia y China,
han reconocido a Maduro como vencedor, dejando sólo a algunos pusilánimes,
entre los que se encuentra España, a la espera de que se publiquen las actas
oficiales, esas en poder de la oposición y que Maduro esconde.
Colombia, Chile y México, juegan la carta de la mediación, a
mi juicio demasiado tarde, y Sánchez, escondido en sus vacaciones, para evitar
la visión del juez Peinado supongo, deja en manos de Albares el dar la cara en
asunto tan espinoso, tanto que hasta sus socios “progresistas”, Sumar y
Podemos, ya han empezado a tomar distancia, con sus declaraciones, inicialmente
insensatamente de apoyo al sátrapa, con la dictadura chavista.
Venezuela ha llegado a este punto porque Chávez, el gran
responsable, laminó todos los poderes independientes del estado, electoral,
judicial, legislativo, y también la prensa independiente, de modo que lo que
hoy vemos sólo es la consecuencia de lo que se sembró durante años. Un
desarrollo social y político que conviene que algunos observen y traten de
comprobar si puede servir de espejo para otras situaciones, y no señalo a
nadie.
Raúl Suevos
A 5 de agosto de 2024
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