El Taco dorado mejicano
Uno de los platos más famosos de la cocina mejicana es el
Taco dorado. Una fina tortita de pasta de harina doblada y rellenada de carne
picada de vacuno o de pollo y después frito en aceite. También se come en los
Estados Unidos donde la emigración del sur ha llevado, además de la fuerza del
trabajo, su rica gastronomía. Y también el TACO se ha convertido en el apodo
más utilizado para referirse al actual presidente yanqui, al que yo prefiero
calificar como ogro anaranjado.
Lo de TACO viene de una expresión coloquial, Trump always
chicken out, algo así como que Trump siempre se arruga, referido a sus
competencias negociadoras, en las que, ya desde su primera presidencia, y les
animo a recordar el nefasto acuerdo con los Talibanes, ha mostrado cómo detrás
de sus altisonantes manifestaciones, acaba siempre por echarse atrás ante los
grandes antagonistas. Sí, ya lo sé, con la Unión Europea no parece que haya
sido así, quizás porque la Unión no es tan grande como nos pensamos.
Viene esta introducción a cuento de su encuentro con Xi
Jinping, del que vuelve vanagloriándose de un gran acuerdo pero que los
analistas califican como de muy poco alcance, tanto en lo acordado como en su
posible longevidad. Y es que los yanquis parecen no aprender de la historia, ni
siquiera de la propia, pues cabe recordar que fue Nixon, con su apertura, quien
dio alas para que China saliese del marasmo creado por Mao, y después sería
Bill Clinton quien les abriese la puerta a la Organización mundial del
comercio, en la que ahora son capos.
El propio Trump, con sus medias amenazas y semiacuerdos de la
primera presidencia se encargó de acelerar la huida hacia delante de Xi para
que Huawei se haya desarrollado hasta el gigante que es hoy, con sistemas de
inteligencia artificial que ponen, en algunos aspectos, la supremacía
norteamericana. Ellos son, los yanquis, los responsables del desbarajuste
mundial en el que nos encontramos, con su presidente actuando como científico
loco, que promete maravillas para su país, o una cierta parte de él, pero que
como contraparte, aporta inestabilidad al resto del mundo, y esta encuentro con
Xi no es más que una muestra.
Los tacos mejicanos son apreciados en todo el mundo, pero
este TACO, que los estadounidenses han elegido para que dirija sus destinos,
debiera informarse antes de viajar, que los chinos de eso saben mucho. Ellos
tienen sus wontons fritos, que dicen están deliciosos, y saben cómo tratar
cualquier tipo de comida ligera, sin temor a pasar después una mala digestión,
algo que, hoy por hoy, no hay que descartar en el caso del ogro anaranjado tras
tres trimestres de presidencia. Ye lo que hay.
Raúl Suevos
A 31 de octubre de 2025

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